Ahora sí, faltan dos carreras. Todos los pilotos jugaron sus cartas, y llegamos a una de las semanas más decisivas del año con la clasificación apretada. Valentino Rossi y Jorge Lorenzo, mano a mano, van a dar espectáculo hasta la última vuelta. Si es verdad que van todos contra Rossi, lo vamos a poder comprobar en Malasia.
Todos contra Rossi
Según el propio piloto, nadie quiere volver a verlo campeón. Tras terminar 4º en el GP de Japón, dejó claro que se siente solo, y que no espera ayudas de nadie para ganar el mundial de motoGP.
La extraña carrera de Marc Márquez, la ambición de Pedrosa en la última parte de la temporada, la constancia de Iannone y la presión de Lorenzo, producen a Rossi una intranquilidad que lo lleva a desconfiar de la actitud de los demás pilotos. Todos quieren ganar, todos quieren sumar puntos, y por lo tanto todos van a influenciar en la clasificación final.
Marc Márquez en el GP de Japón
La relación del piloto italiano con el actual campeón del mundo esta deteriorada, y no es algo nuevo. Desde el GP de Termas de Río Hondo pudimos comprobar como se han distanciado, defendiendo cada uno sus propios intereses, llegando incluso a mejorar ambos su relación con quien había sido su gran oponente, el conflictivo Jorge Lorenzo.
Marc Márquez completó en el GP de Australia una carrera espectacular, en la que pudo adelantar a Lorenzo en la última vuelta y ganar su quinta carrera de la temporada. Pero la forma en la que manejó durante la carrera es lo que levante las sospechas de Valentino Rossi.
La impresión, es que Márquez tuvo el control de la carrera en todo momento, pudiendo ir más rápido, y ralentizando la carrera en algunos tramos para que los de atrás no pudieran acercarse a Lorenzo. ¿Por qué se esperó hasta la última vuelta para adelantar? Es la pregunta que repite Rossi. Podría haber atacado antes, permitiendo a los demás pilotos acercarse a Lorenzo.
Márquez respondió que tuvo que cuidar la moto y dosificar por culpa del neumático delantero, que estaba sobrecalentado. Por eso tuvo que bajar el ritmo para enfriar la rueda y aguantar hasta el final, en donde si que atacó a Lorenzo y pudo adelantarlo fácilmente. Rossi no se cree la versión, y piensa que la intención de Márquez fue en todo momento ayudar a Jorge Lorenzo.
Está claro que a estas alturas gran parte de la estrategia de los pilotos pasa por el juego psicológico, que empieza de cara a los medios de comunicación. Si a día de hoy les preguntamos a ellos, seguramente Jorge Lorenzo contestaría que todos quieren que el pierda, y Valentino Rossi contestaría que nadie quiere que el gane.
Todos contra Rossi, todos contra Lorenzo. Una cosa queda clara, el que quiera salir campeón, no puede esperar ayudas de nadie en pista.