La moto es uno de los medios de transportes más práctico, ya que en ciudades con tráfico denso permiten poder movernos de manera efectiva, pero también requiere de revisiones periódicas. Es conveniente que tengas en mente cómo y cada cuánto hay que realizar dicho mantenimiento, fundamental para su correcto funcionamiento.
Si no querés que tu moto te deje tirado es necesario hacer una revisión general cada cierto tiempo. Desde AMV te damos una serie de consejos para disfrutar de tus rutas moteras y no tener imprevistos innecesarios. ¡Cuidar tu moto es cuidar tu propia seguridad!
Revisión de tu moto, ¿Cada cuánto?
Uno de los más importantes es el cambio de aceite. Lo adecuado es revisarlo cada 5.000 o 10.000 kilómetros recorridos, dependiendo siempre del modelo de la moto. Muchas de ellas ya llevan una pequeña pantalla incorporada que te permite visualizar y controlar el nivel de aceite. Es recomendable preguntar al mecánico o buscar en el manual del fabricante cada cuanto hay que cambiarlo.
Comprobá el estado de los neumáticos, es parte fundamental de nuestra moto. Un correcto inflado es fundamental e influye en el comportamiento de tu moto. Revisá que no presentan grietas, roturas u otros desperfectos. Es importante que la presión no sobrepase ni se encuentre por debajo haciéndolo siempre en frío.
El mantenimiento de los frenos es un factor primordial para la seguridad del motorista. Por eso es fundamental que se encuentren en perfecto estado. Hay que comprobar las pastillas de freno a través de las pinzas, si el grueso de estas es inferior a cuatro centímetros, es síntoma de cambio.
La cadena de nuestra moto debe estar tensada en su justa medida y engrasada. Su mantenimiento es importante para la salud de nuestra moto como para nuestra propia seguridad. Es una de las partes que más aguanta, hasta 30.000 kilómetros. Para su correcta verificación la moto debe estar en posición vertical.
La batería suele tener una vida útil de dos años. No es difícil de cambiar, pero para evitar complicaciones aconsejamos llevarla al mecánico. Hay que tener cuidado con dejar cualquier luz prendida.También es aconsejable, si no la usamos mucho en invierno, encenderla para que se recargue y prevenir heladas.
Asegurate del buen estado del sistema eléctrico de tu moto. Revisá cada semana que las luces funcionan correctamente, al igual que la bocina. Igual de importante es ver como ser vistos.
Existe diferentes tipos de refrigeración; por aire, por aceite y por líquido. En el caso de que sea por líquido en primer lugar localizar el deposito donde se aloja el refrigerante, casi siempre al lado del radiador. Este tipo de operaciones se hacen siempre con el motor en frío y la moto en un lugar llano, sin desnivel.
La limpieza de moto es importante, además de de que tenga una buena apariencia, se podrá comprobar con mejor facilidad que todo esté bien y descubrir averías más fácilmente. Hay que tener cuidado con no mojas determinadas partes de la moto, así como no permitir el ingreso de agua en el caño de escape.
A la hora de comprar una moto nueva es necesario que sigas las instrucciones del manual, esto te va a permitir que te dure más tiempo en buen estado. No te olvidés de hacer las revisiones anuales pertinentes, sin descuidar nunca tu seguridad y ante ruidos atípicos de la moto acudir siempre al mecánico.
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